Historia de Bilbao
La historia de Bilbao está íntimamente ligada a la industria del hierro, a su ría y a su monumento estrella: el Guggenheim. Descubre el pasado de Bilbao y su actual consolidación como una de las ciudades más visitadas de España.
Fundación como villa
La villa de Bilbao fue fundada en el año 1300 por Diego López de Haro, un noble castellano que firmó la carta fundacional y dejó en el escudo de la ciudad el símbolo de su familia: los dos lobos.
Sin embargo, las excavaciones arqueológicas han podido determinar que ya existían asentamientos en la zona previos al siglo XIV, como la iglesia de San Antón o la muralla medieval, hoy camuflada entre los edificios del Casco Viejo. En el Museo Arqueológico es posible visitar los hallazgos previos a la fundación de Bilbao.
Bilbao como núcleo comercial
La localización estratégica de Bilbao fue determinante a la hora de consolidarse como el principal núcleo comercial del mar Cantábrico. Su ubicación al final de la ría del Nervión, en una zona llana rodeada de montañas que servían de defensa natural, fue la clave para la expansión de Bilbao.
En la Edad Media, Bilbao era zona de paso de peregrinos y comerciantes. Los mercaderes que partían de Castilla hacia Flandes y Gran Bretaña hacían parada en el puerto de Bilbao, que pronto rivalizó con otras grandes ciudades comerciales de la época como Sevilla o Barcelona. Además, se añadieron otras cuatro calles al Casco Viejo de Bilbao, que pasó a llamarse “las siete calles”, una denominación local que ha llegado hasta nuestros días.
En el año 1602 Bilbao se convirtió en la capital de Vizcaya y protagonizó una importante remodelación urbana.
De las guerras carlistas a la revolución industrial
La historia de Bilbao entró en uno de sus peores capítulos bélicos con las tres guerras carlistas que enfrentaron a liberales y absolutistas a lo largo del S.XIX. Bilbao fue el principal centro de resistencia liberal en el País Vasco durante las guerras carlistas y, aunque las tropas bilbaínas resistieron valientemente a las dos primeras contiendas, la ciudad fue sitiada durante la tercera guerra carlista de 1874.
En los años siguientes, el hierro se convirtió en el gran protagonista del desarrollo industrial de Bilbao. Esta materia prima gozaba de gran abundancia y calidad en los montes bilbaínos, y la industria siderúrgica creció a pasos de gigante. Muchos trabajadores ingleses llegaron a Bilbao a explotar las minas de hierro al grito de all iron, que hoy en día se ha transformado en el “alirón”, el cántico por excelencia del Athletic.
A finales del siglo XIX se crearon los Altos Hornos de Vizcaya, la mayor empresa de España en el siglo XX.
Guerra Civil y franquismo
Bilbao vivió su etapa más sangrienta durante la guerra civil española (1936-1939). La ciudad, que apoyaba al bando republicano, vivió bombardeos constantes durante esos años. Uno de los peores episodios fue el bombardeo de Guernica de 1937, que pasó a la historia gracias al cuadro de Picasso.
Las tropas franquistas entraron en la ciudad ese mismo año, tras la Batalla de Bilbao. Durante la dictadura de Franco, el País Vasco perdió todos sus privilegios históricos y se suspendieron los fueros. Además, se prohibió hablar euskera.
A finales del siglo XX, Bilbao vivió los “años de plomo”, una etapa marcada por los asesinatos y atentados de la banda terrorista ETA.
Las inundaciones de Bilbao
El verano de 1983 marcó un antes y un después en la historia de Bilbao. Las lluvias incesantes de agosto provocaron la subida de la ría de Bilbao hasta que se desbordó inundando la ciudad y arrasando todo a su paso. La ciudad quedó sepultada por el lodo, hubo 34 muertos y las pérdidas ascendieron a 1200 millones de euros. Se trata de la mayor catástrofe natural del País Vasco.
A partir de ese momento, Bilbao tuvo que replantearse su existencia y buscar un nuevo impulso que le permitiera volver a brillar. La solución llegó desde Nueva York de la mano de la Fundación Guggenheim.
El Guggenheim, salvavidas de Bilbao
En 1991, Bilbao fue elegida sede del nuevo museo Guggenheim, un proyecto con un doble objetivo: aumentar la influencia de esta fundación en Europa y transformar por completo la destruida ciudad de Bilbao. El famoso arquitecto Frank Gehry, maestro del titanio, fue el encargado de dar vida a este museo que se ha convertido en el símbolo indiscutible de Bilbao.
Tras su inauguración en 1997, la ciudad comenzó a recibir turistas de todo el mundo, la zona de la ría se llenó de nuevos edificios y el Casco Viejo cobró vida de nuevo. Bilbao, una ciudad nacida por y para la industria, se había convertido en toda una referencia artística y cultural a nivel mundial.
Hoy en día, Bilbao es arte, cultura y gastronomía. Además de ser el motor económico del País Vasco, es una ciudad que ha sabido reinventarse y colocarse a la cabeza de las ciudades más visitadas de España.